Poetry Slam Bcn oct 2012 "El Cajón"

Aquí os dejo el poema "El Cajón" escrito durante mi época de opositora a judicaturas. 

Recuerdo ver pasar la vida por la ventana, mientras me engarzaba en una batalla sin enemigos conmigo misma. 

Con el tiempo fui encontrando al poema nuevos sentidos y un día, bajando de Vic, mientras escuchaba el temblor de los pasos en la Plaza Catalunya, decidí ir y gritar el poema ante cientos de personas. La fuerza que me impulsó a subir a ese improvisado escenario no tenía quien pudiera detenerla. "Els indignats" constituyeron una pulsión llena de belleza y allí estaba yo con el poema en las manos y luego con el poema en el aire y "El cajón" pasó a ser un poema social, un poema de otros. Yo solo lo llevé en mi voz.

  EL CAJÓN

La lógica del orden

el desorden en mi mente

el cosmos gira

mi mirada se marea.

Abro el cajón y todo

son normas olvidadas.

La nausea despierta,

pero el cajón sigue abierto.

Empiezo a buscar el método

que permita crear espacio

para que el aire no falte

y no cueste tanto esta vida.

Los libros se vacían

y los apuntes vuelan,

se borran los recuerdos

y el mañana vuelve

a ser abismo.

Regresa la magia del instante perdido

regresa la vida que había partido.

Regresa mi mundo de rigurosa anarquía.

Regresa el poema, es decir, el pálpito.

El corazón vuelve a ser jinete,

y el mundo es un valle

de verde musgo que se extiende

hacia horizontes húmedos

de habitantes mudos,

donde el orden es solo

una puta paranoia

y en el que uno es libre

de vivir sin normas,

es decir, sin muros

que nos digan “basta”!,

es decir, sin tiempo

que nos vuelva insectos,

o sin dinero

que nos ponga precio

o sin billetes

de ida y vuelta

que nos dejan siempre

ante la misma puerta.

Preferible es tirar del cajón

y dejar que estalle contra el suelo

como si el “basta!” ahora

lo dijeras tú:

¡basta ya, señores de imposibles,

basta ya de esta invasión de objetos,

basta ya de miradas miopes

y derriben señores esos muros de piedra

que solo consiguen alentar mis ansias

Basta ya! de talar árboles,

córtense las uñas de sus pies

si están inquietos

Basta ya de humos que asfixian
preferimos el aire transparente

aunque nos muestre la lejanía

y nos paralice ver tanta osadía.

Basta ya de imponer sus verdades

y de crear ficciones sin medida,

no se crean que voy a estar

siempre callado,

son ilusos, lo sé,

pero acaso

lo estén siendo

demasiado.

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Alexander Luca